sábado, 13 de febrero de 2016

La Soledad de los Milennials

Los “milennials” o mileniales, como nos llaman quienes les gusta ponerle nombre a todo, son la generación que hoy, en el año 2016, tiene entre 19 y 34 años de edad. Entre sus particularidades encontramos que están altamente capacitados académicamente, incluso más que sus padres y abuelos; son menos patrióticos y más ciudadanos del mundo pero también tienen los más altos niveles de deuda, pobreza y desempleo en comparación con las generaciones anteriores. Además, tienden a ser menos religiosos y más liberales ética y políticamente. Son rebeldes por naturaleza. Han abierto los ojos ante un sistema insostenible y han decidido tomar otro rumbo; aprovechando las ventajas que la tecnología y la globalización ofrecen, han viajado el mundo y vivido en varios países, hablan múltiples idiomas y son altamente adaptables. Por otro lado, está la soledad… hum! Veamos.



La Real Academia Española define soledad como, “carencia voluntaria o involuntaria de compañía”. Tan simple como brillante definición ¿no les parece? El asunto es que cuando vivimos en una sociedad digital, todos creemos que estamos conectados. Y sí, en cierto modo, lo estamos. Podemos expresar nuestro agrado por algo visto con tan solo apretar un botón de “like” y. si somos más atrevidos, hasta comentamos la publicación. El problema es, y ahora sí se pone buena la cosa, que muchas de estas publicaciones -para no generalizar pero vaya que provoca- esconden serios problemas socio-culturales. -¿Cómo es eso? -Que todo es una falacia. Y, me disculpa, el lector, el drama. Permítame explicarme.


Todo es una mentira porque es una composición pensada en mostrarle a mis “amigos” o “seguidores” -quienes más que amigos, son conocidos y más que seguidores, curiosos- lo feliz que parezco ser. Mira mi (actuada) sonrisa, mira mi “outfit”, lo compré todo en tal tienda; mírame en esto, mírame en lo otro. Lo cierto es que, muy en lo profundo, estamos buscando compañía y aprobación. Y, es que la soledad debe ser vista como un privilegio, sí, pero no como costumbre. Es cierto, nada mejor que estar en la intimidad de nuestra habitación y consentirnos a nosotros mismos, hacer lo que nos venga en gana pues, nadie sabe lo mejor para mí que yo mismo ¿verdad? Ahora, imagínate esa misma situación pero acompañado de una persona agradable, que te conoce y te da lo que necesitas ¿Con cuál te quedas?


Recientemente, ha habido un auge en asuntos de autoayuda, espiritualidad y bienestar que no tiene desperdicio pero a la vez nos hace pensar que la soledad está afectando seriamente a muchas personas, no solo a mileniales. Creo que todo el mundo tiene a alguien cercano que esté pasando o pasó por una terrible depresión, si no es que lo ha vivido en carne propia. ¿Será que la soledad está siendo sobrevalorada? Somos individuos sociales, de eso no hay duda. Estamos hechos para encajar física y mentalmente con nuestros semejantes. Entonces, sí. El tema es de conexión.


Es fácil quejarse de que la ciudad no ofrece opciones de entretenimiento que te interesan, o que ya no te gustan las fiestas y te aburres en los bares pero la verdad es que muchas veces son solo excusas para auto-sabotearnos y seguir con la premisa de que más vale solo que mal acompañado. Mientras tanto, seguimos queriendo tener esa buena compañía que tanta falta hace y esperando que caiga del cielo. “Cuando menos lo esperes, aparece”, dice la gente. Bueno ¿será que me quedo esta noche en casa no-esperando por ese alguien o salgo y comienzo a mostrar interés por los demás?



El llamado es a participar, cada vez que se pueda, de actividades grupales, donde se aprende y demuestra la veracidad de la frase, en la unión está la fuerza. Asiste a conferencias de temas que te interesen, aprovecha esos espacios para conocer nuevas personas. Si eres de los que ya les aburren los bares, organiza noches de juegos de mesa o videojuegos con par de amigos, refúgiate en el arte para conocer personas con gustos similares. Necesariamente, debemos crear espacios y actividades donde podamos conocer compañeros, potenciales amigos, potenciales cónyuges y crear unión entre individuos, olvidarnos de nuestros egos y de nuestra imagen proyectada en las redes sociales –y la de los demás- y aprovechar el tiempo que tenemos en este planeta. El llamado es a aceptar nuestra condición de seres sociales y a actuar en consecuencia.

3 comentarios:

  1. Excelente!!! quisiera elaborar... pero simplemente quede sin palabras

    ResponderEliminar
  2. Te felicito, excelente iniciativa y buen post. Nada alejado de la realidad

    ResponderEliminar
  3. La soledad no es una buena aliada. Me gusta estar conectado con mis amigos. La soledad es la búsqueda de los orientales en la meditación panteísta,eso hace muy mal somos seres gregarios.

    ResponderEliminar